Hace pocos días se nos fue Luis A. C. Fontoira, el que “llevaba los papeles del programa”, el que recorría con pericia los intrincados caminos de la burocracia, el que siempre tenía a mano un atado de cigarrillos por si nos metían en cana.
Era, además, como oyente histórico y buen padre, feroz crítico de los habituales desaciertos y “palmeador” de hombros cuando la cosa medianamente funcionaba.
Hoy en “Maquinación” somos uno menos pero con alguien que nos ilumina y nos organiza los papeles desde el lugar donde se va la buena gente.
"Maquinación" será, desde ahora y para siempre, un poco menos prolijo.
También un poco más triste, al menos hasta que los recuerdos del galaico administrador obsesivo y buen compañero nos vuelvan a arrancar una sonrisa como en los viejos tiempos.
Gracias por todo, Luis Angel Celestino Fontoira Pardo.
Gracias por todo, papá.
Te vamos a extrañar mucho.