Dos años después de editada
-y cuando recién se prevé su publicación en nuestro país para mediados de 2016-
se conoció ayer un nuevo adelanto de la biografía no autorizada de Horacio
Mazzola. La nota fue publicada en la revista “Notícias para peidar” de San
Pablo.
El libro, titulado “Horacio
Mazzola, el romántico empedernido”, escrita en polaco por el prestigioso
historiador Giovanni Logofredo (“HORACIO MAZZOLA, beznadziejną romantyczką”) se
adentra por los pantanosos recovecos de la controvertida existencia de Mazzola.
A continuación, y en forma
exclusiva, se ofrece una traducción al castellano de la nota escrita en portugués
sobre un nuevo adelanto del polémico libro redactado en polaco:
En 1967, tentado por el
auge de la música tropical pero si abandonar sus raíces tangueras, Horacio
Mazzola se asocia con Mauro Copetti y forman un dúo experimental de “música
ciudadana con aires de merengue”.
Ese mismo año, el dúo,
bautizado “Due dedini”, edita su primer disco que se transforma en un éxito
arrollador de ventas.
Algunos críticos aseguraban
que el desmesurado interés que había despertado entre los jóvenes se debía al
arte de tapa, hábilmente realizado por la discográfica “Carolo Records”, en el
que se veía una mano con los dedos índice y medio en “V”. La foto era una
alusión al dúo pero también al peronismo -vedado por aquellos años-, muy a
pesar de Mazzola, cuyos antecedentes conservadores habían motivado que también
se lo conociera como “El chimpancé de Pringles”.
El single adelanto del LP,
una cumbia rabiosa con arreglos de bandoneones, se titulaba “Si te gusta
blanda, te mato”, y se colocó rápidamente en el primer puesto de todos los
rankings de Latinoamérica.
El resto del disco, hay que
admitirlo, era una sucesión soporífera de canciones de relleno. Los nombres
eran elocuentes: “El relleno”, “bostezos” y “El relleno II”, entre otros.
Sumidos en una gira
permanente y descontrolada por cada rincón de América y en medio de orgías
dantescas que incluyeron grandes escándalos -como el protagonizado en San
Clemente del Tuyú ante una supuesta denuncia de zoofilia acuática que luego fue
desestimada por el dueño del delfín-, el dúo Mazzola-Copetti editó su segundo
disco.
Aunque la producción era mucho
más cuidada, el alcohol y las drogas habían devastado la creatividad de los
jóvenes y apuestos artistas. El disco pasó sin pena ni gloria por las bateas,
más allá de esos primeros días en los que las radios difundieron los malogrados
hits autobiográficos “Ojalá que cobre” y “Quedate tranquila que yo te aviso”.
El dúo se separó en 1970. Harto
de la fama, del alcohol, de las mujeres y de las drogas, Horacio Mazzola pidió
asilo en el convento de clausura de la “Abadía de los Comechingones”.
Allí estuvo recluido tres
años sin que se supiera nada de su vida.
Nunca habló sobre esos
tiempos de soledad y angustia en los que estuvo recluido intramuros con los
rústicos, musculosos y sudados hombres de sotana. Cuando salió de allí,
consignan las revistas de la época, tenía la “mirada calma y serena” pero una
“picara sonrisa en sus labios” que estaba “congelada como en un rictus”
(Revista “A la flauta”, Pág. 245, septiembre de 1973).
El adelanto que se había
conocido hace casi dos años de la controvertida biografía de Mazzola está
disponible en http://www.radiomaquinacion.blogspot.com.ar/2011/08/anticipo-exclusivo-editan-biografia-no.html